¿Crees que eres demasiado joven para sufrir un derrame cerebral? Piénsalo de nuevo.

Mujer madura que camina al aire libre experimenta dolor en la cadera.

Danae Wilson disfrutaba de una vida sana y activa sin problemas médicos significativos. Antes del final del verano de 2024, si le hubieran pedido que enumerara los síntomas de un derrame cerebral con tan solo 35 años, no sabría por dónde empezar.

Danae se lesionó el cuello a finales de agosto mientras trabajaba en una bodega local. No le dio mucha importancia, pero unos días después, empezó a experimentar síntomas inusuales que atribuyó a una intoxicación alimentaria. Posteriormente, se cayó, se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento en el baño. Su esposo, Charles, dormía en el sofá de la planta baja.

Danae creyó tener síntomas de conmoción cerebral. Experimentaba mareos, náuseas, sudores fríos, vómitos y dificultad para hablar. Cuando Charles subió a su habitación alrededor de las 4:30 a. m., a Danae le costó contarle sobre su traumatismo craneal. "No podía hablar", recuerda. Charles se fue a trabajar, preocupado, y le enviaba mensajes constantemente.

Alrededor de las 6 de la mañana, Danae llamó a Charles para decirle que no podía leer sus mensajes. "Arrastraba las palabras y él no entendía lo que decía", cuenta. "Me dijo que me levantara y me mirara al espejo. No podía verme reflejada".

Charles se dirigió directamente a su casa y permaneció hablando por teléfono con su esposa hasta que llegó para llevarla al Southwest Healthcare Temecula Valley Hospital (TVH).

“Por suerte, Charles tenía la intuición que a mí me faltaba. Para cuando llegó a casa, yo estaba muerta. No podía caminar”, recuerda con emoción. “Me salvó la vida”.

Acción rápida que salva vidas

Cuando los Wilson llegaron a urgencias del Hospital de TVH, el personal le echó un vistazo a Danae y supo que no se trataba de una conmoción cerebral. Estaba sufriendo un derrame cerebral.

“Estaba aterrorizada. No entendía por qué el personal me trasladaba tan rápido por el triaje”, explica Danae. “Desde que Charles me recogió hasta que me operaron, probablemente solo pasaron unos 45 minutos”.

Brian Cristiano, MD, neurorradiólogo quirúrgico endovascular y especialista en intervención de accidentes cerebrovasculares agudos en TVH, no perdió el tiempo.

“El personal de urgencias reconoció de inmediato los síntomas de Danae como un posible accidente cerebrovascular y la evaluaron según nuestro protocolo de tratamiento establecido para una intervención inmediata”, recuerda el Dr. Cristiano. “La neuróloga Dra. Rabia Yasin, experta en la evaluación y el tratamiento médico de accidentes cerebrovasculares, examinó a la paciente junto con el personal de urgencias y confirmó signos de isquemia del tronco encefálico (flujo sanguíneo insuficiente). Danae no era candidata a una intervención médica para el accidente cerebrovascular porque sus síntomas habían comenzado más de cuatro horas antes. Sin embargo, la intervención quirúrgica seguía siendo una posibilidad. Posteriormente, se realizó una angiografía por TC que mostró una lesión en una arteria crítica del cuello. Se había formado un coágulo de sangre en el lugar de la lesión y migró a la cabeza, lo que provocó una oclusión [bloqueo] en la arteria basilar, que es la arteria principal en la parte posterior de la cabeza que irriga las estructuras cerebrales vitales, incluido el tronco encefálico”.

La condición de Danae ponía en peligro su vida y necesitaba cirugía endovascular urgentemente. El procedimiento se llama trombectomía mecánica percutánea, un procedimiento mínimamente invasivo diseñado para eliminar coágulos de sangre en las arterias, incluyendo las del cerebro, a través de las arterias naturales del cuerpo y restablecer el flujo sanguíneo normal a los tejidos y órganos afectados.

Danae fue anestesiada antes de que el Dr. Cristiano colocara una pequeña vaina vascular en una arteria principal de su pierna derecha. Luego, insertó un catéter flexible a través de la vaina, guiado por imágenes, hasta el nivel de la oclusión y extrajo el coágulo sanguíneo. El Dr. Cristiano eliminó la obstrucción de la arteria basilar, restaurando el flujo sanguíneo normal al cerebro de Danae a los pocos minutos de iniciar el procedimiento.

Un camino valiente hacia la recuperación

Debido a su condición, Danae no está segura de cuándo escuchó por primera vez la palabra "derrame cerebral" durante su terrible experiencia.

"Fue un shock enorme. Pensé que me había caído", recuerda. "Ni se me pasó por la cabeza que me hubiera dado un derrame cerebral".

Danae pasó cuatro días en el Hospital de TV bajo observación estrecha. Comenzó un tratamiento anticoagulante para prevenir la formación de nuevos coágulos sanguíneos (tromboembolias arteriales) en el vaso lesionado del cuello y permitir que este sanara sin causar más accidentes cerebrovasculares.

“La historia de Danae demuestra que un accidente cerebrovascular agudo puede afectar a pacientes de todas las edades”, afirma el Dr. Cristiano. “Gracias al rápido reconocimiento de sus síntomas por parte del personal médico del Hospital del Valle de Temecula y a la experiencia de los equipos neurovasculares y de cuidados intensivos, se obtuvo un excelente resultado”.

Es comprensible que Danae se emocione al contar la historia de su derrame cerebral. "Estos profesionales de la salud son increíbles y saben exactamente qué hacer", expresa. "Son eficientes y me hicieron sentir muy cómoda".

Si bien la experiencia de Danae en danza la ayudó a recuperar rápidamente su equilibrio, aún necesitó rehabilitación ambulatoria para recuperar su independencia.

Ha sido un proceso reaprender a conducir y a escribir. Me alegra haber recuperado el habla tan rápido —dice Danae—. Cuando un día te despiertas y no puedes hacer lo que solías, es realmente aterrador.

Hoy ha vuelto al trabajo y se siente de maravilla. "Es un regalo", dice Danae. "Ojalá pudiera llamar a cada persona por su nombre".

Cada caso es único y los resultados individuales varían. El primer paso para un buen pronóstico tras un ictus es la detección temprana. Si usted o un ser querido presenta o podría presentar síntomas de un ictus, como pérdida repentina del equilibrio, debilidad, entumecimiento, asimetría facial o incapacidad para hablar, llame inmediatamente al 911.

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