Cómo la rapidez mental de Ronald Banks condujo a su recuperación total
El 4 de diciembre de 2024, Ronald Banks se relajaba en casa viendo un partido de fútbol. Mientras intentaba ponerse cómodo, sintió algo parecido a un chasquido en el hombro y luego debilidad en el brazo izquierdo, desde el hombro hasta la mano.
Por suerte, su prima vive cerca y caminó hasta su casa para pedirle ayuda. Para entonces, empezó a arrastrar las palabras y su rostro se encorvó ligeramente. Su prima llamó al 911 y Ronald fue trasladado al Hospital Southwest Healthcare Temecula Valley.
El neurólogo Robert Jackson, MD, explicó que el equipo de accidentes cerebrovasculares estaba listo y esperando a Ronald cuando llegó al departamento de emergencias debido a la notificación previa de “Código Accidente Cerebrovascular” por parte del Servicio Médico de Emergencia (EMS).
“Al llegar, lo evaluaron rápidamente y determiné que probablemente sufría un accidente cerebrovascular isquémico agudo”, dice el Dr. Jackson. “Al principio, apenas podía levantar el brazo izquierdo de la camilla y presentaba debilidad significativa en la pierna izquierda y la cara. También tenía dificultad para hablar. Esto se calculó a una puntuación de gravedad de 5 en la escala NIHSS (Institutos Nacionales de Salud) para accidentes cerebrovasculares”. La Escala de Accidentes Cerebrovasculares de los NIHSS (Institutos Nacionales de Salud) se utiliza para calificar la gravedad de un accidente cerebrovascular.
Desde la llegada hasta el tratamiento en 12 minutos
El Dr. Jackson afirma que durante un derrame cerebral, el tiempo es fundamental y cada segundo es crucial para reducir el daño cerebral. En otras palabras, cada minuto que el tejido cerebral permanece sin oxígeno, se pierden 1.9 millones de neuronas por minuto.
“Cuanto más rápido sea la evaluación y el diagnóstico, más rápido podremos iniciar el tratamiento”, explica el Dr. Jackson. “Llevamos a Ronald de urgencia al escáner, donde revisé sus imágenes y determiné que era candidato para recibir un medicamento anticoagulante conocido como TNK (tenecteplasa), y lo traté de inmediato a los 12 minutos de su llegada”.
Ronald dice que se sintió muy bien después de recibir la medicación y que estaba agradecido por la rápida acción de EMS y del equipo de accidentes cerebrovasculares del Temecula Valley Hospital.
“Estuve en la unidad de cuidados intensivos la primera noche y las enfermeras fueron maravillosas. Me revisaban cada 15 minutos”, dice Ronald. “Esta era una situación nueva para mí, ya que nunca antes había estado en un hospital. Pero debo decir que tuve una excelente experiencia como paciente. Me sentí como en un hotel. La comida era buena y todos los que conocí fueron muy amables”.
El conocimiento es clave
Ronald, quien lleva una vida activa, dice que estar hospitalizado durante tres días no le causó ningún problema. Se siente de maravilla, no tuvo que hacer rehabilitación y pronto se reunirá con su médico para una revisión médica. Agradece haber sabido actuar con rapidez cuando comenzaron los síntomas.
“No tengo antecedentes familiares de ictus, pero de niño, mi tía era enfermera y vivió casi 100 años. Aprendí mucho de ella y supe al instante que era un ictus y que tenía que buscar ayuda”, explica Ronald. “Pero se puede sufrir un ictus en cualquier momento, dependiendo de factores como el estrés, la alimentación o los antecedentes familiares. Por eso, siempre es bueno saber cuáles son los signos y síntomas”.
El Dr. Jackson afirma que Ronald se recuperó maravillosamente: «Su tratamiento resultó en la resolución completa de su debilidad en el lado izquierdo y una NIHSS de 0 a la mañana siguiente. Esto pone de relieve la colaboración de los servicios médicos de emergencia, el personal de urgencias, la farmacia, los técnicos de tomografía computarizada y el equipo de neurología para cambiar el rumbo de la vida de un paciente».
Ronald, a quien le gusta el ciclismo de montaña, el golf y la pesca, dice que el Hospital del Valle de Temecula es el lugar ideal si tiene algún problema de salud: "Agradezco de verdad todo lo que hicieron por mí. Fueron amables, atentos y muy simpáticos. ¡Y me salvaron la vida!"
Si usted o un ser querido tiene o puede tener síntomas de un accidente cerebrovascular, como pérdida repentina del equilibrio, debilidad, entumecimiento, asimetría facial o incapacidad para hablar, llame inmediatamente al 911.