Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 18.4 millones de personas sufren de asma. El neumólogo Timothy Killeen, MD, dice que puede provocar sibilancias, tos, falta de aire y opresión en el pecho, y que a menudo debe controlarse con medicamentos. Aquí, comparte algunas ideas sobre los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento del asma.
P: ¿Hay más de un tipo de asma?
Sí, hay varios tipos diferentes de asma. Los diagnósticos más comunes incluyen asma alérgica, enfermedad reactiva de las vías respiratorias (RAD) y asma inducida por el ejercicio. Si hay antecedentes familiares de asma o alergias, su médico puede recomendar una consulta con un especialista, que puede realizar más pruebas para confirmar el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
P: ¿Qué síntomas debo tener en cuenta?
Los síntomas pueden variar, pero los más comunes para el asma incluyen tos nocturna; respiración rápida y laboriosa; sibilancias opresión en el pecho; y resfriados frecuentes que se centran en el pecho. Puede notar esto más si hace ejercicio o realiza actividades extenuantes. Si tiene asma grave, puede experimentar estos síntomas con mayor frecuencia, y realizar actividades diarias será extremadamente difícil. Si nota alguno de estos síntomas, comuníquese con su médico.
P: ¿Qué causa los ataques de asma?
Los culpables más comunes incluyen cigarrillos, polen de hierba y árboles, contaminación del aire, mohos, ácaros del polvo, humo o caspa de mascotas. Sin embargo, el asma inducida por el ejercicio puede ser provocada por actividades físicas y deportes. El estrés y la ansiedad, así como la sinusitis o un resfriado común, y la exposición al aire frío y seco, también pueden desempeñar un papel en la activación de un ataque. Conocer los desencadenantes es la mejor manera de aliviar un posible ataque de asma.
P: ¿Cuál es la mejor manera de controlar mi asma?
Un especialista en asma puede identificar sus desencadenantes y crear un plan de tratamiento de emergencia en caso de que tenga un ataque grave. El objetivo generalmente es prevenir los síntomas y reducir la frecuencia del uso de un inhalador de rescate, mientras se mantiene una función pulmonar casi normal. Su médico le recetará medicamentos para emergencias y para prevenir ataques de asma. Esto también puede minimizar las visitas a la sala de emergencias y las posibles hospitalizaciones.
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